Excuse you? | Privado

June había salido temprano de clases y tenía el conocimiento de que en la isla había un parque de diversiones pero jamás había ido ya que sus padres jamás tenían tiempo para ella y además no tenía muchos amigos así que no tenía con quien ir. Salió de la universidad y mientras caminaba se paro a pensar, ¿sería tan raro que fuera sola? Claro que no, mucha gente necesita tiempo para ella misma ¿no? Aunque June necesitaba mucho tiempo para ella sola. Siguió pensando en el parque mientras conducía. Que diablos pensó y cambio de rumbo hacía el parque de diversiones. A June jamás le había importado lo que pensaran de ella así que ¿porque habría de empezar ahora?

Condujo hacía el parque de diversiones pero antes paro para comprar un muffin para ir comiendo en el camino, no había tenido tiempo de ir a casa a almorzar o para almorzar por fuera pero no tenía mucha hambre así que uno de esos muffins grandes que vendían en cualquier cafetería iba a ser suficiente para que el hambre en la chica cesará. Bajo de el auto con un muffin en la mano y con una limonada fría en la otra, el calor como ese día era terrible y el parque estaba lleno, para acabar de ajustar, pero June de verdad quería conocer el parque así que mordió su lengua para no quejarse.

Calor + las personas no se llevaban muy bien juntos cuando venía a June pero a pesar de estos dos factores, (el calor y las personas) June estaba de un muy buen humor, el parque era la infancia que jamás había tenido porque de verdad jamás había visitado un parque de diversiones así que esto era algo nuevo para ella. Las sonrisas de los niños comiendo o algodón de azúcar y las risas al recordar la experiencia de su primera montaña risa o cuando se veían con un viejo amigo. June suspiró un poco melancólica porque jamás le había tocado nada de eso, ¿Y si lo quería? Ya era muy tarde, ¿o no? Aunque quisiera no podría ya vivir todo eso.

Camino con su mente en mil lugares a la vez y cuando menos lo pensó, se había chocado con un chico y le había regado su limonada encima -Lo siento- dijo sin muchos ánimos y luego se detuvo al pensar lo que había acabado de decir. ¿June Brooke Storm había dicho "lo siento"? Vaya, la chica si que estaba ida de su mente. -Digo, ha sido tu culpa- dijo rápidamente esperando a que el chico no hubiera notado su disculpa. Levantó la vista para ver a quien tenía en frente y se sorprendió. Nada más y nada menos que Gaspard Pope. Rodó los ojos esperando a la potencial respuesta del chico, algo tonto.

Mientras más avanzaba entre la multitud más preguntas se hacía sobre qué carajo hacía en el parque de diversiones, él lo tenía claro, estaba muy viejo para estas cosas y no entendía que había visto su colega de peligroso en un sitio donde vendían algodón de azúcar. Llevaba su arma en la espalda e iba vestido como un cívil para evitar sospechas si en realidad había algo mal en el lugar. Lo peor de estos lugares era que no recordaba haber estado en alguno parecido durante su niñez, joder, ni siquiera recordaba quienes eran sus padres pero eso no lo podía decir a los cuatro vientos.

Después de dar la quinta vuelta sin nada más que críos corriendo por la zona, mandó a retirar a sus hombres, esto era una perdida de tiempo. Miró a su alrededor sin encontrar nada interesante para avanzar hasta la puerta que lo llevaría al mundo real, suspiró deteniéndose a comprar un agua mineral para el camino. El lugar estaba atestado de personas que sumado al calor que existía constantemente en la isla se convertía en un completo dolor de cabeza, quería salir de allí cuánto antes.

Bebió de su agua pasando a las personas que eran arrastradas por los chicos, si le preguntaban a él, Gaspard no tendría hijos, en primer lugar porque no creía que conociera a alguna mujer que le llamara la verdadera atención y en segundo porque críos en un mundo detruyendose no era algo que fuese una buena combinación. Él prefería tenerlo en un lugar donde puediesen viajar y disfrutar del dinero que hacía con su esfuerzo, sino, no merecía levantarse cada mañana a causa del llanto insoportable de un bebé.

Terminó su botella lanzándola en el primer basurero que encontró, sólo que al darse la vuelta para seguir su camino a la salida chocó con una persona, su camisa se mojó sintiendo el líquido correr por su abdomen, lo tenían que estar jodiendo. No pensó más, tenía en frente a Storm, en vez de enojarse soltó una carcajada - ¿Storm disculpándose? - preguntó sin poder creer que la castaña estuviese en el lugar disfrutando de una bebida que ahora tenía sobre él - joder, esto es un sueño, tú en un parque de diversiones y lo suficientemente distraída para chocarme - la molestó sonriendo, adoraba a esa pequeña.

June miraba con una mueca de asco a cualquier niño que se atreviera a gritar cerca a ella. ¿Que se creían los niños de ahora? ¿Que simplemente podían ir por ahí felices de la vida gritándole en el oído a los demás? June era una chica que se enojaba fácil y estos niños ya estaban llegando a sus nervios. "Papá, papá, ¿me compras algodón de azúcar o helado?" Todo con esa voz chillona característica de los niños pequeños que tanto molestaba a June. Ella decía que jamás iba a tener un crío para tener que soportar su suciedad y demás malos hábitos. Ya tenía muchos problemas con soportar los hábitos tontos de sus padres y los de un pequeño serían mucho peor.

Suspiro mientras comía su muffin, se había decidido por no gritarle a un niño aún ya que querían un día de paz y tranquilidad, o lo más próximo a ello ya que detestaba y le molestaba absolutamente todo y detestaba a casi todo ser viviente menos unos pocos que tenían el privilegio de no ser odiados por ella y a quienes podía contar con los dedos.

June rodó los ojos ante la reacción de Gaspard. -Yo no me he disculpado por nada, ahora lávate esas orejas que ya se nota que no escuchas bien- dijo y se tomo una de sus orejas haciendo alusión a lo que acababa de decir. Gaspard Terrence Pope, él era uno de los pocos que se podían sentir privilegiados por no tener el odio absoluto de June. Claro, él la molestaba y le sacaba de sus casillas pero aún así, le caía bien a June. Quizás era el hecho de que ambos eran un par de idiotas y dicen que entre dos idiotas se entienden bien. -Cállate, cállate, Pope- dijo bufando divertida y con una sonrisa en la cara. -Lo mismo podría decir de ti, Pope. ¿Que diablos haces aquí? ¿No estás viejo?- bromeo riendo.

Él no era viejo ¿o sí? Su actitud podría hacerlo parecer como si fuera uno pero Gaspard había pasado por tanto que no se le debía de juzgar por no ser otro chico más del montón, la guerra cambiaba a cualquiera y más si unido a tu regreso viene un reseteo total como a él le gustaba llamarlo. Todo era un jodido desastre en su mente y en su vida pero había prometido mejorar desde el momento que llegó a la isla y eso pretendía hacer.

Miró a la castaña con el ceño fruncido - podré ser muchas cosas pero sordo no es una de ellas así que no me hagas hacerte entender eso - la amenazó antes de lanzarle una sonrisa burlona, desde que conocía a June sabía cómo hacerle reír: cosquillas. Ella podría aparentar lo que quisiera pero Gaspard podría llegarle a todas sin problemas, claro, esta era especial pero no podía decirle eso sin que Storm se abombara más de lo que ya solía ser. Suspiró rodeando los ojos.

- Vengo por trabajo pequeñina - le explicó mientras se cruzaba de brazos - uno de mi equipo pensó que el algodón de azúcar podría tener veneno o qué se yo, los traje acá para revisar pero he perdido mi día y mi jodida paciencia - le explicó revolviéndose el cabello, no podía mantener sus manos quietas, si no hacía algo terminaría más demente de lo que estaba. El castaño era un impaciente de los grandes. - pero no debes entenderlo Storm, tú andabas aquí jugando a ser una enana pequeña - se burló de ella riendo levemente, sus colegas ya debían de haber partido por lo que tendría que buscar alguien que lo llevara de vuelta a la estación o a su casa, no tenía ganas de sentarse en una silla por horas sin hacer nada.

Miró curioso a la castaña - ¿Qué dices si nos subimos a alguna de estas cosas? - le preguntó ingeniándose algo, podría ser divertido, quizás.